15.4.14

Pídeme lo que quieras ahora y siempre - Megan Maxwell


Aquí os dejo otro librito más que podéis encontrar en nuestra sección "Librería erótica y sensual"-
Ésta vez de trata del primer capítulo del libro "Pídeme lo que quieras ahora y siempre" de Megan Maxwell.

¡Disfrutadlo!

http://bit.ly/1kqvaeo







- Capítulo 1 - 

Tras salir de la oficina llego a casa como si me hubieran metido un petardo en el 
culo. Miro las cajas embaladas y se me parte el corazón. Todo se ha ido a la mierda. Mi 
viaje a Alemania está anulado y mi vida, de momento, también. Meto cuatro cosas en una 
mochila y desaparezco antes de que Eric me encuentre. Mi teléfono suena, y suena, y 
suena. Es él, pero me niego a cogerlo. No quiero hablar con Eric. 
 Dispuesta a desaparecer de mi casa, me voy a una cafetería y llamo a mi hermana. 
Necesito hablar con ella. Le hago prometer que no le dirá a nadie dónde estoy y quedo con 
ella. 
 Mi hermana acude a mi llamada y, tras abrazarme como sabe que necesito, me 
escucha. Le cuento parte de la historia, sólo parte o sé que la dejaría sin palabras. Omito el 
tema del sexo y tal, pero Raquel es ¡Raquel!, y cuando las cosas no le cuadran comienza 
con eso de «¡Estás loca!», «¡Te falta un tornillo!», «¡Eric es un buen partido!» o «¿Cómo 
has podido hacer eso?». Al final me despido de ella y a pesar de su insistencia no le revelo 
adónde voy. La conozco y se lo dirá a Eric en cuanto la llame. 
 Cuando consigo despegarme de mi hermana, llamo a mi padre. Después de tener 
una breve conversación con él y hacerle entender que en unos días iré a Jerez y le explicaré 
todo lo que me pasa, me monto en el coche y me voy a Valencia. Allí me alojo en un hostal 
y durante tres días paseo por la playa, duermo y lloro. No tengo nada mejor que hacer. No 
le cojo el teléfono a Eric. No..., no quiero. 
 Al cuarto día me subo al coche y algo más relajada me voy a Jerez, donde papá me 
recibe con los brazos abiertos y me da todo su cariño y amor. Le cuento que mi relación 
con Eric se ha acabado para siempre, y él no me quiere creer. Eric le ha llamado varias 
veces preocupado y, según mi padre, ese hombre me ama demasiado como para dejarme 
escapar. Pobrecillo. Mi padre es un romántico empedernido. 
 Al día siguiente, cuando me levanto, Eric ya está en casa de mi padre. 
 Papá lo ha llamado. 
 Cuando me ve, intenta hablar conmigo, pero me niego. Me pongo hecha una furia; 
grito, grito y grito, y le reprocho todo lo que tengo en mi interior antes de darle con la 
puerta en las narices y encerrarme en mi habitación. Al final, oigo que mi padre le pide que 
se marche, y de momento me deja respirar. Sabe que ahora soy incapaz de razonar y que en 
lugar de solucionar las cosas lo que voy es a liarlas más. 
 Eric se acerca a la puerta de la habitación donde me he encerrado y con voz cargada 
de tensión e ira me indica que se va. Pero que se va a Alemania. Tiene que resolver ciertos 
asuntos allí. Insiste una vez más en que salga, pero al ver mi negativa finalmente se marcha. 
 Pasan dos días y mi angustia es persistente. 

¡DISFRUTA TU SEXUALIDAD!
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